CICLA CIUDAD BOLIVAR – QUIBDO



El recorrido de Ciudad Bolívar a Quibdó lo iniciamos el 10 de octubre de 2013, el total de los asistentes fue de 12 personas.  El primer día del  viaje (viernes) se utilizó para realizar el desplazamiento de Medellín al municipio de Ciudad Bolívar, lugar al cual llegaron todos a las 9pm en una pequeña micro (van), yo ya estaba en el hotel "Hosteria del San Juan" ubicado a la entrada del pueblo, pues mi desplazamiento fue más corto desde el municipio de Jericó. Fue muy curioso porque en peña-lisa donde debía hacer transbordo, me monte en una tracto-mula la cual me acabo de arrimar al municipio de Ciudad Bolivar. En el camino conversando con el conductor, me informaba que no iba a continuar el recorrido hacia Quibdo, porque la situación estaba delicada en la carretera, pues la noche anterior la guerrilla había quemado un camión en la  mitad de la vía y estaba el orden público alterado en la zona.

Cuando llegaron los compañeros les informe sobre la situación y ahí empezó la zozobra, nos comunicamos con la policía, con la alcaldía pero todos decían que era nuestra decisión y que realmente si estaba un poco alborotado el orden público. Finalmente hablamos con un ciclista del pueblo que se conoce muy bien la región y nos dijo que no nos preocupáramos que no teníamos ningún problema en hacer el recorrido, que ningún grupo armado molesta a los turistas. 

La vía de Ciudad Bolívar a Quibdó tuvo una época bastante crítica por su estado deplorable, un vehículo se demoraba más de 15 horas en recorrer ese trayecto de 120km y a veces se demoraba varios días. A la carretera se le invertía cerca de 1500 millones al año que se perdían por las condiciones del terreno: pluviosidad de 8.000 a 10.000 milímetros cúbicos, inestabilidad y geometría quebrada y empinada, por lo cual Invías finalmente adjudico los recursos para pavimentar la vía y generar así una solución definitiva al problema.

Cuenta los lugareños que los carros se hundían en los huecos y se acostaban en los barrancos, además de pegarse por el peso generando bloqueos de semanas enteras, o también los carros se iban por desfiladeros; las tres cosas pasaban y pasaban muy seguido, no había una semana invicta. Esa es la razón por la que transitar esta carretera era una lotería de 14 horas, tres días, ocho, o más, además si no era el invierno era la guerrilla y sus paros. Por eso es que todo se generaba en una esfera de fraternidad, los camioneros que transitaban la vía eran, además, socorristas y mecánicos, andaban con pico y pala y bastante músculo para desvararse los unos a los otros.

Los camioneros llaman "autopista" al trayecto entre Bolívar y El Carmen porque se puede transitar a 30 kilómetros por hora, la banca es más ancha y los huecos son menos con las obras de pavimentación. El Carmen de Atrato es el primer municipio en territorio chocoano que se encuentra en el recorrido. A partir de ahí y hasta Tutunendo, casi llegando a Quibdó, no hay sino selva, unas cuantas casas y cuatro restaurantes: en El 11, El 12, El 18 y El 20. 

Esa primera noche que llegamos a Ciudad Bolívar luego de recibir la noticia de la situación en la cual se encontraba la zona, decidimos finalmente asumirlo y tranquilizarnos, tomamos un baño turco, piscina y al otro día iniciamos montada a las 8am. El recorrido inicia con un ascenso de 15km hacia el alto de la Sirena, todo el recorrido inicial se caracterizó por estar muy transitado por maquinaria, retroexcavadoras, volquetas, camiones y demás pertenecientes a las obras de pavimentación de esta vía, el objetivo de las obras es pavimentar el total de los 120km que existen entre Ciudad Bolívar y Quibdó.  Luego del alto de la Sirena iniciamos un trayecto muy quebrado pasando por caseríos, en uno de los cuales paramos a hidratarnos y descansar un poco, luego continuamos nuestro recorrido hasta el Carmen de Atrato, lugar en el cual almorzamos. 

Desde el alto de la Sirena hasta el Carmen de Atrato el trayecto es igualmente transitado pero con muuuuuuuuuchoooooooooo pantano debido al movimiento del terreno por las obras de pavimentación. Luego del Carmen iniciamos descenso por un terreno igualmente muy pantanoso pero una hora después,  los lugares se tornan cada vez más solos hasta una importante comunidad indígena de la zona, luego de esta y en el último trayecto, no se observa sino selva a lado y lado y unas cuantas casas, pasamos incluso por el lado de un grupo armado grande en plena selva, que nunca supimos quiénes eran “que susto”.

A eso de las 5pm, nos encontramos un río cristalino muy provocativo, allí paramos a lavarnos un poco el pantanero acumulado durante todo el día, continuamos el recorrido y nos cogió la noche, logramos llegar al sector del 18 como a las 7pm luego de aprox. 80km de recorrido por pura trocha. Don Pedro el dueño de la tienda en el 18, nos informó sobre la situación real de la zona, comentó que efectivamente la noche anterior habían quemado un carro en plena vía y que la zona estaba alterada por los hechos ocurridos y las amenazas de los grupos armados, situación asociada a paros camioneros y campesinos. Esa noche amanecidos en la tienda de Don Pedro, unos en el suelo, en hamacas, unos encima de otros en fin...
Estuvimos muy expectantes toda la noche, se lograron escuchar pasar varios camiones que se arriesgaban a hacer el recorrido en la noche, pero la zozobra continuaba, inclusive antes de acostarnos realizamos una reunión con el fin de analizar la situación y exponiendo cada uno su punto de vista. Finalmente no nos decidimos y sin decirnos nada al otro día nos fuimos organizando para continuar el trayecto hasta Quibdó. Salimos a las 8am pasando por el caserío de Tutunendo, lugar en el cual continuábamos con la indecisión de continuar, pero igualmente sin decirnos nada seguimos rodando sin ninguna decisión clara, unos kilómetros después de Tutunendo nos encontramos el camión quemado en la mitad de la vía, de verdad que la cosa estaba maluca, de hecho ese segundo día y desde el 18 no nos encontramos ningún vehículo transitando por la vía.

Logramos llegar a Quibdó aproximadamente a la 1pm, buscamos almuerzo en el malecón al un lado del río Atrato y una vez terminamos de almorzar, decidimos averiguar cómo estaba el ambiente con los transportadores (camioneros del pueblo) y en esas averiguando, averiguando nos encontramos con un señor dueño de un carrito tipo estaca que se iba a arriesgar a salir, porque necesitaba hacer un viaje urgente en Medellín, por lo tanto aprovechamos y sin pensarlo dos veces montamos las bicicletas. Luego de 6 horas de viaje con una inmensa zozobra, un polvero ni elmas %$& y una samarriada del carajo logramos llegar, felizmente y sin un rasguño a Ciudad Bolívar a las 8pm. Nos bajamos en las afueras del pueblo (monos del polvo) y pedaleamos hasta el Hotel "Lagos del Citará" ubicado a 8km en dirección al corregimiento de Farallones, comimos y a dormir.

La dormida fue en cabañas adornadas con lagos alrededor, es un predio grande conformado por varias fincas para alojamiento, el paisaje es hermoso, se logran ver los Farallones al fondo, jardines y amplias zonas verdes. Al otro día nos levantamos sin muchos afanes y nos dispusimos a realizar una caminata hacia el corregimiento de Farallones, lugar en el cual tomamos un rico baño de agua HELADA, aquí Natalia nos sorprendió con infinidad de estilos de nadados especialmente el estilo alcancía jajajajaja!. Regresamos caminando y era época de cosecha de zapotes y en el trayecto de regreso paramos a comer hasta el cansancio. Llegamos nuevamente el hotel a organizar el equipaje pues la micro nos recogía a las 4pm. 

A pesar de la incertidumbre por el orden público, logramos realizar un bello recorrido por las hermosas montañas del departamento del Choco, de verdad que es algo mágico sentirse tan metido en la selva, mirar alrededor y ver en 360° selva, selva y más selva, además de sentir en el cuerpo el clima tan particular de la región, que es de pura humedad y llueve todo el tiempo, hasta las cámaras fallaron por tanta humedad. Resta agradecer a la madre naturaleza que nos haya acompañado la buena suerte durante todo el recorrido y así poder llegar sanos y salvos a nuestras casitas.

Contactos para el viaje: Jaime cel: 3146459564

Aventureros: Néstor Daniel, Elizabeth, John Sánchez, Natalia Sepúlveda, Luis Arango, Javier Montoya, Santiago Montoya, Santiago Restrepo, Hernán Restrepo, Nelson, Wilmar, Diana Vergara.