CIUDAD PERDIDA

Iniciar una nueva aventura trae consigo emociones gratificantes desde días antes durante su preparación y organización, es comenzar a soñar desde la consecución de cada uno de los implementos requeridos para el viaje objetivo, en este caso fue necesario conseguir lo siguiente: seguros, mekato para 7 días de caminata, hidratantes, sleeping, capa impermeable, botiquín y demás cosas de uso personal.

Durante la logística y organización nos informaban que la alimentación, y alojamiento corría por cuenta de ellos, esto mermaba significativamente el equipaje, permitiéndonos estar durante todo el recorrido muy livianos para una aventura de este tipo. En especial la alimentación fue bastante buena, es algo de resaltar, pues los guías locales hicieron un gran esfuerzo por hacernos sentir bien y no nos dejaron sentir hambre en ningún momento del viaje, nos brindaron frutas, dulces, sopas, sanduches cuando se requería y en general una alimentación muy balanceada que nunca la imagina uno estando tan lejos y tan metidos en la selva.

El viaje a Ciudad Perdía inicia el 8 de enero de 2010 con un grupo de cuatro amigos de la ciudad de Medellín (Guillermo, Jaime, Juan y Yo), un día antes nos informaron que nos acompañarían tres personas más que fueron Jack y Nadia (Irlandeses) y Raquel una Brasilera. El equipo conformado fue excelente, con un ritmo de caminata genial que permitió realizar un recorrido programado para 7 días, realizarlo en 6 días.

Primer día: Salimos de la ciudad de Santa Marta a las 9am hacia un sector ubicado a 3h de la ciudad llamado Machete Pelao. Para llegar el lugar es necesario que una camioneta se meta a la montaña por unas trochas muy difíciles en un ascenso continuo, hasta llevarnos a 200msnm aproximadamente. Desde allí se inicia la caminata. Comenzamos la jornada a la 1pm y llegamos a Mutanly que fue el sitio donde pasamos la primera noche a las 6pm, los guías nos prepararon bandeja con pescado y dormimos esa primera noche en hamacas (rica experiencia).

Segundo día: El objetivo de este día era llegar a Ciudad Perdida, iniciamos la caminata a las 9am y llegamos a las 5:30pm a la Ciudad, almorzamos en el camino en el sector de Coscunguna (unos deliciosos sanduches). Durante el recorrido se pasa por dos pequeños poblados indígenas Koguis, los Mutanshi y los Koskunguena, además es necesario pasar el río Buritaca en 8 ocasiones. Para llegar a la ciudad se inicia un ascenso de 1800 escalones desde el río Buritaca que llevan directamente a la plataforma principal

Ciudad Perdida es la mas antigua ciudad hispánica del país y fue al asiento principal de los Tayronas, una civilización que logro su mejor nivel de desarrollo cultura entre el siglo quinto y el año seiscientos, cuando fueron aniquilados luego de una larga lucha contra los españoles. Vivian de la pesca, de la extracción de sal marina. Generaron un alto nivel de diseño y tecnología en la construcción de poblados y caminos en piedra y explotaban intensamente terrazas de cultivo con riego artificial. Sus productos cerámicos y de orfebrería alcanzaron gran refinamiento, por lo cual las tumbas tayronas son objeto de una implacable acción de los guaqueros. Su mitología y el alto conocimiento de las condiciones ambientales de su territorio son materia de amplios estudios antrolopológicos y se recogen en muchas tradiciones actuales de koguis, arhuacos y Arsarios.

Tercer día: Este día fue de descanso físico. Tuvimos la oportunidad de disfrutar de la hermosura arquitectónica de la Ciudad, todas sus terrazas, tumbas, petroglifos, quebradas y paisaje sin igual que nos brindaron unos espectáculos constante difícil de olvidar. Luego del recorrido en la Ciudad de Piedra a las 4pm partimos hacia el sector de Coscunguna para dormir nuestra tercera noche. Algo particular sucedió y a las 6am aterrizo un helicóptero del ejército para evacuar a un turista extenuado por las largas jornadas de caminata, presentaba calambres, deshidratación y fiebre.

Cuarto día: El regreso lo realizamos por una ruta diferente lo cual nos permitió conocer un poco mas del territorio de los Tayronas. Este día fue necesario realizar dos fuertes ascensos cruzando los ríos Guachaca y Buritaca y finalmente llegamos a un lugar llamado Alto de Mira, ubicados sobre las ruinas de un asentamiento tayrona. Fue uno de los lugares mas lindo conocidos en el recorrido, con un paisaje sin igual, que nos brindaron inmensa paz y tranquilidad.

Quinto día: Este día realizamos un largo tramo en ascenso por bosque húmedo para luego iniciar un descenso largísimo de aproximadamente 3h, hasta llegar al río Guachaca. Luego de comernos unos inmensos y exquisitos sanduches, realizamos un corto ascenso hasta un lugar llamado Filo Cartagena donde pasamos nuestra última noche en camas muy cómodas.

Sexto día: Salimos a las 6am cruzando bosques profundos y diferentes quebradas hasta llegar a un caserío de indígenas Koguis, donde se iniciaba nuestro último ascenso llamado la "loma amansa guapos", al finalizar la loma continuamos durante 1h en terreno quebrado hasta el sector de La Tagua. Aquí en la Tagua nos recogió el campero que nos llevaría nuevamente a la Ciudad de Santa Marta. Ya en Santa Marta nos ubicamos todo el grupo del viaje en un mismo apartamento que nos permitió salir juntos a rumbear en la noche hasta las 4am "ufffff que jornada".

Tengo el recuerdo de un inmenso dolor por la finalización de un viaje tan mágico, los buenos momentos quedaran guardados en el fondo de mi corazón y la experiencia de un nuevo lugar de nuestra geografía Colombiana no dejara de rondar en mi cabeza durante un largo tiempo. Agradezco la compañía de mis amigos y al esfuerzo en la logística de los guías locales Giovanni y Ariel.